MERS-CoV y su relevancia para el entendimiento de las infecciones causadas por SARS-CoV-2 (COVID-19)

El coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (mers-CoV) se identificó como un patógeno que causó una enfermedad respiratoria grave en humanos durante el verano de 2012. Pertenece al género Betacoronavirus, al cual también ha sido asignado el nuevo agente viral responsable de la actual catástrofe global e identificado como sars-CoV-2. Ambos corona-virus son de origen zoonótico y han sido identificados en una amplia variedad de huéspedes, incluidos mamíferos y aves. Sin embargo, el mers-CoV cuenta con características intrínsecas que le confieren un grado mayor de virulencia. Los tratamientos re-portados para dicho coronavirus pueden ser de utilidad para las investigaciones actualmente realizadas para el manejo terapéutico de pacientes infectados por sars-CoV-2.

La neumonía es una de las principales causas de hospitalización en todo el mundo y conlleva a una morbilidad y mortalidad significativas que difieren según la etiología subyacente. En general, la neumonía viral se considera menos grave en comparación con la neumonía bacteriana. Numerosas clases de patógenos pueden causar neumonía aguda y el riesgo de neumonía aumenta considerablemente en condiciones de defensa pulmonar deteriorada del huésped. El principal patógeno causante de la
neumonía adquirida en la comunidad (nac) es la bacteria Gram-positiva Streptococcus pneumoniae, que representa la mayoría de las infecciones bacterianas del tracto respiratorio superior e inferior y es responsable de millones de muertes al año (Dietert et al., 2017).

En los últimos años, las neumonías virales de origen zoonótico han causado brotes marcados por una rápida propagación y alta mortalidad, tal es el caso de la aparición en 2002, del coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo (sars-CoV) y de la pandemia de gripe porcina H1N1 en 2009.

PALABRAS CLAVE: Neumonía viral ·  mers-CoV · sars-CoV-2 · COVID-19

 

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